Long distance Relationship
- Kim Núñez Cuz
- 3 jul 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 9 nov 2023
Relación a distancia.
Ben y yo hemos superado más de un año de relación a distancia. Como muchos saben, desde la primera cita que Ben y yo tuvimos, ambos fuimos claros con nuestros Non-negotiables (no negociables) y condiciones.
Una de ellas era que si empezábamos una relación, tendríamos que soportar meses de distancia ya que Ben debía volver a Inglaterra para terminar con su último año como universitario y yo debía tomar una decisión, bien fuera quedando sólo como amigos y no sufrir la distancia de esta relación o dar un paso de fe confiando en que el Señor obraría en todo esto.
Mi primer deseo fue dejarlo como amigos, estaba convencida de que era un error comenzar una relación amorosa y tener que soportar la distancia. Pero no abrí mi boca para expresar mis decisión hasta después de haber orado por semanas al respecto.
Ambos de hecho lo hicimos, y durante ese tiempo de oración, decidimos mutuamente dejar de hablar algunos días para que las emociones no se interpusieran y el corazón no se comprometiera.
“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que Él ha hecho.”
Filipenses 4:6
En los momentos en los que más nos desesperamos por recibir una respuesta de Dios, Él ya estaba obrando, deseábamos que nuestra decisión final fuera Su decisión y esto requirió paciencia y tiempo a solas con Él.
Tras esta espera me volvía más consciente del hecho de que entrar a esta relación iba a requerir 100% de confianza en Dios y mucha comunicación, sobre todo cuando no hablamos la misma lengua materna y somos de culturas diferentes, requerirá un esfuerzo extra de ambos lados.
Después de entrar a un noviazgo al que ambos sentíamos temor de comenzar, Ben y yo disfrutamos de los primeros 7 meses de nuestra relación en Madrid, con rutinas tranquilas, aprovechábamos de cada tiempo libre que teníamos para conocernos, incrementar nuestro amor y planear el futuro. Esto también requirió sacrificar descansos, yo vivía a cuarenta minutos de distancia de los sitios que frecuentábamos para tomar cafés o caminar juntos.
Pasados esos meses, llegó la temporada que pondría a prueba nuestra relación. Nuestras rutinas cambiaron inmediatamente Ben haber vuelto a Inglaterra. Él trabajaba remoto para un periódico de China de lunes a lunes y había comenzado sus estudios del último semestre, mientras yo trabajaba los fines de semana en una heladería hasta la 1:30 am y había comenzado a estudiar intensivos de evangelismo de lunes a viernes.
Hablar, ser detallistas y recordar lo que ambos nos contábamos debía ser intencional todos los días.
Dios le confirmó muchas veces a Abraham que Él sería el padre de naciones. Abraham no tuvo hijo con Sara hasta después de 25 años de espera. Abraham confió, pero también dudó, Dios confirmaba nuevamente y Abraham volvía a confiar. La fe de Abraham fue sostenida por Dios, pero Abraham tenía un corazón que amaba y adoraba a Dios, además tenía testimonios para recordar el carácter de Dios.
¿Nos dirige siempre Dios a situaciones donde depender de Él por completo es el mejor plan?
Mi respuesta a esta pregunta: amén.

Hemos atravesado 13 meses de relación a distancia, con visitas de una semana en festividades como navidad, semana santa, cumpleaños.
Además, nuestras rutinas han cambiado al rededor de 5/6 veces. Hemos aprendido a ser pacientes, a sorprendernos, a coquetearnos, a madurar, a explicarnos el mismo tema 7 veces en el mismo día, dos idiomas hasta entender a qué nos referimos, a perdonarnos rápido, a contestar llamadas aunque queremos dormir o a entender cuando alguno quiere descansar y esperar un poquito más para hablar.
Hemos compartido almuerzos por videollamadas, hemos bailado juntos por videollamada, hemos alabado por videollamada y hecho santa cena a través de video llamadas también.
Nos hemos olvidado de responder algunas veces, nos hemos dejado plantados el uno al otro y hemos tenido que dar la cara e intentar arreglarlo otra vez.
Nos hemos amado con amor puro, manteniendo la santidad que agrada al Señor y Dios siempre nos ha sostenido, pues Él sigue confirmando nuestros pasos.
El Señor afirma los pasos del hombre
cuando le agrada su modo de vivir;
podrá tropezar, pero no caerá,
porque el Señor lo sostiene de la mano.
Salmo 37:23-24
"Dios tiene planes de bien y no de mal" Jeremías 29:11
Kim Núñez
Commentaires