La diferencia entre la felicidad y el gozo.

Kim Núñez Cuz
26 dic 2022
2 Min. de lectura

Actualizado: 6 ene 2023

Todas las teorías de felicidad que el mundo te ofrece tienen límites, porque el alcohol se acaba, el amor escogido por malas razones llega a su fin, las fiestas el cuerpo ya no las soporta, el sueldo se convierte en deudas que pagar, las redes sociales sobrecargan, enferman y roban tiempo, los viajes agotan.

La incertidumbre a causa del vacío de tu alma y el hambre por satisfacerlo entonces predominan.

En cambio el gozo es eterno: no te lo ofrece ningún humano, ni ninguna religión, no lo consigues bajo ninguna cantidad de dinero en un cheque en blanco, el gozo es más profundo y no se puede robar a menos que tú lo permitas.

Cuando me cansé de querer dirigir mi vida se la entregué a quien murió en la cruz y resucitó porque pensó en mi y en que me urgía Su presencia como humana.

Jesucristo NO se trata de religión, se trata de relación, tampoco te ofrece felicidad estatica, porque no arrebata el resto de tus emociones para que sólo te encuentres feliz, sin embargo, nos educa a lidiar con el resto de ellas.

Jesucristo es gozo puro y auténtico porque a pesar de todo lo que pueda suceder sigue amándote de manera que desborda nuestro entendimiento, dándonos la oportunidad de vivir eternamente en el cielo donde no hay sufrimiento tras nuestro arrepentimiento y cuando realmente lo conocemos entiendes la razón de tu existencia, una razón que regresa una sonrisa exorbitante a mi cara, renueva mi fuerzas y quita mis cargas.

Claro que tengo cosas que me resultan estresante en el día a día, pero son a penas visibles frente al amor de Cristo hacia a mi y me gozo por eso.