Conoce a José Alejandro

Vivía una vida siguiendo los patrones del mundo, vacío por dentro, en busca de un sueño a través del futbol el cual me frustraba no poder alcanzar a pesar de mis sacrificios. este gran vacío dentro de mí me condujo a deleitarme en todo lo que el mundo ofrece: adulterio (pornografía, masturbación, sexo con amigas), adicciones como el consumo y la venta de marihuana, codicias, mentiras.

Nada me satisfacía lo suficiente al final del día, nada me daba descanso, sólo aumentaba mis preocupaciones. Un día en la casa de un familiar de un amigo, había una mujer que asistía a una iglesia cristiana evangélica y me comento muchas cosas de lo que ella sentía por Jesús, yo sólo le debatía cada una de sus frases negándome a creerle, Dios siempre estaba en mis pensamientos de una manera inútil, yo tenía mis propias ideas sobre Él, cuestionaba su trabajo y hasta su existencia en los peores días, pero cuando salí de aquella casa mis preguntas sobre Dios fueron aumentando. Unas semanas después mientras hablaba con una amiga por whatsapp esta me invitó a buscar más respuestas a mis preguntas en la Biblia.

Llegué a sentir que un velo que cubría mis ojos se caía mediante con ganas de aprender de Dios buscaba más respuestas a través de aquella app de la Biblia. En 2020 volví un habito la lectura de la misma, no sólo disfrutaba leerla, también tener conversaciones al respecto con esta amiga que me había invitado a leer de la Biblia.

Conocer cada vez lo equivocado que estuve toda mi vida y que Cristo había muerto en la cruz y resucitado para que yo no tuviera que ir al infierno como consecuencia por mis muchos pecados, saber de ese amor de Jesucristo, me hizo querer entregarle mi vida por completo.

De manera que me arrepentí de corazón de todas las cosas que no le agradaban a Dios y que yo había hecho en mi vida, dejando atrás cada una de esas acciones, todos mis pecados, tuve que aceptar que el orgullo estaba siendo mi dios y que tenía que perdonar como Dios lo estaba haciendo conmigo.

Ahora vivo una vida distinta, sólo busco agradarle a Él, hacer su voluntad en mi vida, para honrarle. Entregar mi vida a Cristo sin reservas me llenó como el mundo nunca pudo ni podrá hacerlo con nadie, porque el amor en Jesucristo es para todo la eternidad.

¡Ven con un corazón arrepentido a sus pies, Jesús no rechaza a nadie!

- José Alejandro.